¿Cual es la frecuencia sexual ideal en las parejas?
Para la mayoría de personas
es un cuestionamiento secreto, pero constante…¿tres veces por semana? ¿todos
los días? ¿la frecuencia de mis relaciones de pareja será normal?. Según
sexólogos no existe una cifra ideal y definitiva para todos…pero a medida que se
formalizan las relaciones y se vuelven duraderas en el tiempo, la frecuencia
sexual disminuye, cambia la líbido, se deja espacio a la rutina y comienzan en
secreto los cuestionamientos.
Según los expertos, esta es
una de las preguntas más comunes que hacen las parejas que acuden al sexólogo
por problemas de alcoba, ya que también suele ser uno de los reproches
habituales entre quienes comparten intimidad.
Para la mayoría de personas
es un cuestionamiento secreto, pero constante…¿tres veces por semana? ¿todos
los días? ¿la frecuencia de mis relaciones de pareja será normal?. Según
sexólogos no existe una cifra ideal y definitiva para todos…pero a medida que se
formalizan las relaciones y se vuelven duraderas en el tiempo, la frecuencia
sexual disminuye, cambia la líbido, se deja espacio a la rutina y comienzan en
secreto los cuestionamientos.
Según los expertos, esta es
una de las preguntas más comunes que hacen las parejas que acuden al sexólogo
por problemas de alcoba, ya que también suele ser uno de los reproches
habituales entre quienes comparten intimidad.
Lo cierto, según sexólogos;
sicológos y distintos estudios, es que no existe un número específico de
relaciones sexuales que una pareja deba sostener para que la relación funcione
exitosamente.
Según el especialista en Terapia Emocional y Sexual, Psicólogo Ontológico, autor del sitio www.terapeuta-emocional.es.tl , existen parejas que tienen
relaciones sexuales con mucha regularidad y que llevan una vida matrimonial
cruel, mientras que otras son felices y tienen relaciones una vez al mes.
Pero si aún con estas
explicaciones quedas con dudas o insatisfacción, debes tener en cuenta la Ley de Fisher que consiste precisamente en que si una persona mantiene,
por ejemplo, dos coitos a la semana, cuando disminuye la frecuencia sexual (a
una o ninguna) sentirá un deseo sexual intenso que lo llevará a la necesidad de
satisfacerlo. Pero, si esa persona no retoma las relaciones sexuales a las que
está acostumbrado, por un periodo más prolongado, el deseo disminuirá poco a
poco y puede llegar hasta desaparecer. La ley también aplica a la inversa.
Cuando una persona tiene una frecuencia sexual de dos veces a la semana
(siguiendo el ejemplo anterior) y aumenta el número de coitos (siete veces a la
semana o más), sentirá saciedad sexual, pero si continúa con ese ritmo, el
cuerpo se adapta y pide más.
De qué hablamos cuando
hablamos de “Normalidad”
Las estadísticas señalan que
la frecuencia sexual depende de la edad y de los años en pareja, pero también
de las situaciones por las que atraviesan los individuos y la relación. Al
principio, las relaciones son diarias. Luego bajan a unas tres veces por
semana, para promediar en dos veces por semana, disminuyendo a cada quince días
o una vez al mes en etapas posteriores. Estas son cifras generales, basadas en
estudios y estadísticas más o menos consistentes en relación a la población
sexualmente activa, pero no hacen referencia a la satisfacción que producirían
tales encuentros.
Otras investigaciones
arrojan un dato interesante: un número significativo de
parejas, con el paso de los años, disminuyen la frecuencia sexual pero aumentan
la sensación de satisfacción en cada encuentro.
A tener
en cuenta
La expresión
fluida del deseo sexual une a las parejas, del mismo modo que la evitación
sexual las distancia. Y es en este juego que existen factores que actúan como
inhibidores psicológicos del encuentro y, otros, como incitadores.
Existe
el mito de que una vida sexual muy activa puede desgastar física y mentalmente.
Está comprobado científicamente que no es así, sino que activa tu cognición, tu
sistema inmune, la creatividad y genera hormonas relacionadas con la felicidad
y vitalidad.

