¿Por qué nos besamos..y por qué nos gusta tanto?
Un beso es el acto de tocar
algo con los labios, generalmente a otra persona. El beso existe desde tiempos
ancestrales y forma parte de un acto evolutivo de selección natural que tiene
un origen sin definir con claridad.
Numerosas investigaciones
asumen el origen del beso en el impulso de succión del bebé, o cuando las
madres (en la era del Cromagnon) alimentaban a sus hijos masticando la comida
hasta hacerla puré y luego la traspasaban desde su boca a la de su cría.
También se habla de un
instinto caníbal o de la costumbre de tribus primitivas de oler al otro para
reconocerlo.
Las referencias gráficas más
antiguas hablan de besos esculpidos hacia el año 2.500 a.C. en las paredes de
los templos de Khajuraho, en la India. Con posterioridad, también se habla del beso del kamsutra.
Otros datos históricos
acerca del beso, especifican que a partir del siglo VI se reconoció que no sólo
era una muestra de afecto de madre a hijo, si no también una práctica extendida
entre los adultos. Entonces pasó a ser una expresión explícita de amor hacia
otra persona. Durante la Revolución Industrial, quedó prohibido besarse en
público.
Debido a la prohibición, en
los años sesenta los amantes se revelaron y comenzaron a besarse nuevamente en
espacios públicos, aunque la policía podía multarlos o detenerlos por faltas a
la moral.
Pero vamos a lo que vamos,
¿por qué nos gusta? Varias explicaciones científicas ratifican que además de
compartir bacterias y germenes, cuando besamos, también transmitimos
información genetica que nos vuelve atractivos o no para la procreación.
Besar a un otro no sólo
revoluciona nuestro campo electromagnético, sino que también implica un
importante canje de energía y lo más importante, según un estudio que aparece
en la publicación científica Microbioma se produce un
masivo intercambio bacterial. En un beso en el que participan labios y lengua
durante unos 10 segundos, se pueden intercambiar hasta 80 millones de
bacterias. Sin embargo, lo más sorprendente es que por lo general, las parejas
que son estables o con quienes decidimos quedarnos tras una sesión de besos,
son con aquell@s que
compartimos casi el mismo tipo de bacterias.
María Teresa Hurtado,
sexóloga y directora del programa de Salud Sexual y Reproductiva de la
Universidad Autónoma de México, explica que el inconsciente es capaz de
reconocer la cantidad de compatibilidad genética quecompartimos
a través de las feromonas que se desprenden debajo de la nariz al momento de
besarnos, y que son las responsables de revelar si a quien besamos es el o la
indicad@
Datos
curiosos
Cuando besas ejercitas más
de 30 músculos. Según la revista Nature, la mayoría de nosotros tenemos el doble
de probabilidad de inclinarnos a la derecha que a la izquierda cuando besamos.
Esto tendría relación con nuestra postura fetal.
Existen países en los que
todavía está prohibido besarse en público. Una pareja de turistas pasó un mes
en la carcel de Dubai por esta práctica. Además, en Halethorpe, Maryland,
Estados Unidos; en Guanajuato, México y Malasia, entre otros, sigue siendo mal
vista esta demostración pasional de afecto.

